La despertá volvió a producirse como el sábado, a las 6:45 con las canciones de entonces y se repitió a las 8 a pesar de que habíamos pedido que nos dejasen dormir. Ya sé que muchos pensásteis que era cosa nuestra, de los organizadores, pero no. Es cierto que acordamos con Pepe Mut una despertá para la mañana del sábado, pero a las 8 incluyendo una mascletá. En fin, da igual quienes fueran los culpables, el caso es que los castaños disfrutamos de ellas como antaño; y por lo que he hablado con muchos, todos sentimos algo parecido lejos de ser una molestia, como sin duda lo fue para nuestras familias.
Foto Barbero
Barbero, Chillón, yo mismo y Julián en la subida entre las Residencias 3ª y 4ª
El desayuno se tomó en la Cafetería en lugar del comedor ya que había que dar descanso al personal, y se desarrollaría entre las 9 y las 11. Allí acudimos, muchos de nosotros sin la familia, para compartir los últimos momentos con los compañeros. Fueron momentos intensos de despedidas, abrazos y fotos, aunque algunos habían partido temprano por las largas distancias, y otros para evitar precisamente las despedidas.
Foto Barbero
Antes de entrar al desayuno, fuera de la cafetería. Javi Hernández, Galindo, Barbero, De las Heras, Lucio, Gregorio y Bonet
Galindo madrugó mucho el domingo y se desplazó desde Madrid para compartir con nosotros tan sólo unos momentos.
Foto Barbero
Durante el desayuno. Barbero, Gregorio, Carrasco y familia, Peña Solas, Villalba y yo
Desayuno interrumpido por saludos, despedidas, abrazos y fotos, el equipaje al maletero y la partida. La últimas miradas a la Uni esperando volver pronto. La mayoría había anunciado que iniciarían viaje enseguida; otros aprovechamos para curiosear el circuito y algunos se quedaron por los alrededores a pasar el día o se unieron a sus familias de vacaciones en la zona.
Foto Barbero
Todos buscamos la foto en el Reloj de Sol. En ésta: Yo, Antón, Villalba, Gregorio y Barbero
Foto Barbero
En el Circuito: familias Navarro, Rodríguez y Peña Solas. La foto la tiró Antonio
Balance
Creo que no me equivoco si califico el Reencuentro como un rotundo éxito. Tanto la acogida que ha tenido la convocatoria entre los compañeros y sus familias, como los aspectos organizativos que nos han permitido disfrutar de suficientes actividades y de tiempo libre para compartir con los asistentes, como el altísimo nivel emotivo que todos hemos disfrutado.
En fin, aunque a todos nos gustaría repetirlo, creo que será irrepetible. Pero seguiremos intentándolo ¿no? ...
Pepe :-)
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